lunes, 22 de febrero de 2016

Los berrinches de los pequeños...y nosotras!

Claramente los berrinches son situaciones de stress que intentamos evitar, sobre todo si se desarrollan en lugares públicos o en reuniones personales. No voy a entrar en el dilema de cómo sobrellevar los berrinches, pero si voy a recalcar que por algo se dan y hay que intentar comprender qué los detona. La clave no es sofocarlos apenas arrancan, como un incendio incontrolable, sino que una clave puede ser enseñarles a manejar las frustraciones. Así se convertirán en personas que una vez adultas...serán resilientes.

Para ello, hay un objeto especial que colabora con todo esto en forma integral. Les presento a la botella (también el frasco) de la calma.

En la imagen está la botella de la calma que construimos con Lucía. Fue hermoso el momento compartido y las ganas que puso, la felicidad de tener la botella entre sus manos ya era toda una experiencia.

Y sin buscarlo...ese mismo día frente a una situación de enojo vi que realmente resultaba, si mamás. Hasta Juan la uso y pude ver cómo el enojo no se hacía centro y el disfrute ganaba espacio.

Eso me llevó a pensar en los momentos en donde pierdo la calma...cuando los nenes se pelean, no llegamos con todas las cosas que queremos, ropa sucia, preparar la comida, trabajo, etc, etc, etc. En resumidas cuentas, cuando todo se junta y se hace una maraña imposible de desenrollar. Es en este punto donde creo que necesitamos una botellota de la paz o bien agarrar la de nuestros nenes y tomar un poquito, jajajaja. 

Mirar un atardecer, contemplar una bella imagen o simplemente dejarnos absorver por la inocencia de nuestros hijos puede ser la mejor bocanada de paz (si es que no están peleando claro!!!!) 

Para concluir con este post les cuento que Lucía se fue a dormir con la botella de la paz y se quedó dormida abrazándola. Hay una mezcla de es mío, lo hice con mamá y de paso...me calma! 

Para leer más...

Nos vemos en el próximo post!

 

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